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Los 8 platillos típicos de los Altos de Jalisco
INMEZA
Sep 09, 2024
A muchos de nosotros nos encanta comer y probar diferentes tipos de platillos, y si hay una comida mexicana que no puede pasar por desapercibida, es la de los Altos de Jalisco; te sorprenderás con sus tradicionales recetas, sabores y aromas únicos que te deleitarán en cada sitio que conozcas; será una gran experiencia que no olvidarás.
Además, los jaliscienses tienen varios platillos que te dejarán con un gran sabor de boca; desde sus platos fuertes, entradas, y postres, hasta las bebidas, estas son algunas de ellas:
1. Carne en su jugo
La carne en su jugo es una receta representativa de la gastronomía del estado mexicano de Jalisco. Desde hace algunos años su popularidad se ha extendido por otros estados, influyendo en la gastronomía de lugares como Aguascalientes y Guanajuato.
Historia:
El origen supuesto de la carne en su jugo se ubica en Piedra Amarilla, municipio de Acatic en el estado de Jalisco, por la familia de la Torre. Consiste en un guiso de carne de res picada y asada en su propio jugo, frijoles de la olla y trozos de tocino previamente dorado; se acompaña con cebolla picada y cilantro. Se sirve normalmente en un plato de barro y suele acompañarse de tortillas de maíz, totopos, frijoles refritos, cebollas guisadas, limón, rábanos, guacamole y salsa picante de tomate martajada.
La carne en su jugo no es un platillo ancestral. Ningún recetario antiguo la registra.
El barrio de Santa Tere, donde se localiza, concentra gran número de expendios de carnes en su jugo, aunque es posible encontrar esta preparación en cualquier zona de la metrópoli tapatía.
Características:
Consiste en un guiso de carne de res picada y asada en su propio jugo, frijoles de la olla y trozos de tocino previamente dorado.
Se acompaña con cebolla picada y cilantro y se sirve normalmente en un plato de barro.
Suele acompañarse de tortillas de maíz, totopos, frijoles refritos con elote, cebollas guisadas, limón, guacamole y salsa de tomate martajada.
La bebida tradicional para el acompañamiento de la comida es agua de horchata o jamaica.
Estilos
Estilo Jalisco
Tocino de cerdo picado, bistec de res en tiras medianas, agua, cebolla asada, Pieza de diente de ajo asado, cilantro, chile serrano asados hidratados, frijoles bayos, pizca de Sal y pizca de pimienta.
Estilo Sinaloa
Carne para asar que esté blandita, tomates, cilantro, tocino, cebolla mediana, cubos de consomé y pizca de Sal.
2. Birria
Birria es una variación regional de la barbacoa del occidente de México, hecha principalmente de chivo, carnero, o res. La carne se marina en un adobo hecho de vinagre, chiles secos, ajos, hierbas, y sal. Tradicionalmente, se cuece en un recipiente metálico embutido en un pozo u horno de tierra. Con el jugo que resulta de su cocción se prepara una salsa o consomé a base de tomate.
Restaurantes o puestos ambulantes que sirven birria se conocen como birrierías y existen en muchas áreas del occidente del país, especialmente Jalisco, Michoacán, Aguascalientes, Zacatecas y Colima.
Historia:
El término birria fue originalmente el nombre regional que se le daba en Jalisco a lo que en otras partes de México se conoce como barbacoa, carnes cocidas o asadas en un horno de tierra. La investigadora y cocinera mexicana, Josefina Velázquez de León, afirmó que la barbacoa tiene muchas variaciones o estilos dependiendo de la región de México, y que la birria era uno de esos estilos. El lingüista y filólogo mexicano, Darío Rubio, refirió en 1925 que:
Entre nosotros, BIRRIA es nombre que da también la gente del pueblo a la barbacoa.
El historiador y folclorista mexicano, Leovigildo Islas Escárcega, afirmó que birria era un término específicamente de Jalisco y de algunas zonas del interior para la barbacoa:
“Nombre con que designan a la barbacoa, en Jalisco y en algunos puntos del interior.”
El escritor cubano-mexicano Félix Ramos y Duarte definió el término como un regionalismo de la Ciudad de México específicamente para la barbacoa de chivo:
“Birria (D. F.), sf. Barbacoa de chivo, ó chivo asado.”
El filólogo y lingüista mexicano, Francisco J. Santamaría, también definió el término como otro nombre para la barbacoa:
Birria, f. En cierta región del país, principalmente en Guadalajara (Jalisco), carne de borrego o de chivo, preparada a semejanza de la barbacoa, y que es típica del lugar; barbacoa en general.
El escritor y ensayista mexicano, Jorge Mejía Prieto, definió la palabra como una: "barbacoa caldosa hecha con carne de cordero o chivo originaria de Guadalajara, Jalisco".
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3. Pozole
El pozole (proviene del náhuatl pozolli, de tlapozonalli, 'hervido' o 'espumoso'1) es un caldo tradicional mexicano hecho a base de granos de maíz nixtamalizados, comúnmente de la variedad cacahuazintle, al que se agregan carnes, verduras y especias muy variadas según la región. Por ejemplo, de Guerrero es originario el pozole verde; de Sonora, Sinaloa, Hidalgo, Nayarit, Guanajuato, Jalisco y Tlaxcala es típico el pozole rojo. A este versátil platillo se le puede acompañar con diversos ingredientes, que varían según la zona y costumbres. En América del Sur existe un plato con el cual guarda parecido, llamado patasca.
Como muchos platillos de la gastronomía mexicana, el pozole tiene un antecesor mesoamericano. En este caso y según atestiguan las crónicas y documentos del periodo colonial temprano del siglo XVI, – como el Códice Florentino o el Magliabechiano – los antiguos nahuas comían carne humana en un guiso con granos de maíz llamado tlacatlaolli, que en náhuatl significa “maíz de hombre”, según explica el arqueólogo Enrique Vela, editor de la revista Arqueología Mexicana.
Características:
Plato con rábanos, lechuga, limón y tostadas de tortilla de maíz, elementos con los que se suele condimentar o acompañar el pozole.
La especialidad de este plato es que los granos de maíz utilizados son de una variedad particular de grano grande llamado cacahuazintle, y que tales granos son cocidos en una solución ligera de agua con hidróxido de calcio (cal) conocida como nixtamalización, el mismo proceso utilizado en el continente americano para la elaboración de la tortilla.
Este pre cocimiento, que dura un par de horas, causa que los granos de maíz pierdan la cáscara fibrosa que los cubre de manera natural.
Una vez finalizado el precocido de los granos de maíz, se elimina la solución de cal y se lavan los granos, para proceder a un segundo cocimiento de varias horas, hasta lograr que los granos de maíz estallen.
Aunque el proceso de estallido es análogo al que ocurre con las palomitas de maíz, no debe creerse que puede percibirse claramente cuando este ocurre.
El maíz sobre cocido simplemente se fractura progresivamente durante el cocimiento, y adquiere una forma similar a la de una flor, con el pedúnculo del grano al centro.
Una vez que los granos de maíz han estallado, es posible agregar los cárnicos para que el guiso adquiera el gusto de la carne de puerco o de res.
Algunos datos nutricionales del pozole son: 228 kcal por taza, de las cuales el 44 % corresponde a grasa (10.92 g), 27 % a carbohidratos (15.14 g) y 29 % a proteínas (16.26 g).
Historia
El pozole es mencionado en el Códice Florentino de Bernardino de Sahagún (s. XVI). Como el maíz era una planta sagrada para los aztecas y otros habitantes de Mesoamérica, el pozole fue hecho para ser consumido en ocasiones especiales. En épocas precolombinas se realizaba a base de la carne de un animal que los aborígenes criaban como fuente cárnica. Erróneamente se piensa que este animal es un perro de nombre xoloitzcuintle. Estos perros típicos de la cocina mexica se denominaban itzcuintlis y, dado el parecido con la palabra xoloitzcuintli, se cree que se consumían estos últimos. Sin embargo, lo que en realidad se consumía era tepezcuintle o pacas comunes. También se descubrió que del maíz se podía hacer una nueva salsa llamada sulitl.
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4. Frijoles charros
Frijoles charros, frijoles a la charra es un platillo tradicional mexicano, consumido en muchas regiones del país. Se prepara con frijoles guisados con cebolla, ajo, chile, tocino, salchicha. Otros ingredientes comunes son tomates, cilantro, jamón, salsa, carne de cerdo, chicharrón (en este caso son llamados frijoles puercos por el chicharrón) y chorizo. Se sirven calientes y tienen una consistencia semejante a una sopa. Son muy sustanciosos para comerse como plato fuerte, pero por lo general sirven de guarnición o para acompañar carnes asadas, arracheras, tacos al pastor.
Es un platillo muy gustado entre la gente del norte de México y con frecuencia se ofrecen en restaurantes donde se sirven platillos norteños. Sin embargo, debe aclararse que existen muchas recetas distintas, y que de un estado a otro pueden encontrarse algunas diferencias.
Origen del platillo:
La receta de los frijoles charros varía de región en región y de casa en casa por ser recetas muy antiguas, cuyos orígenes se remontan en el virreinato por antiguos vaqueros del norte del país, también conocidos como Charros, que se dedicaban a cuidar y muchas veces, tenían que improvisar para preparar sus alimentos con los ingredientes que tenían a la mano, de donde proviene su nombre; estos desarrollaron el platillo, ya que al vivir en zonas áridas contaban solo con granos y ristras de chiles y ajos, embutidos y casquería en general que provenía de su profesión; sus ingredientes típicos son frijol pinto, tocino, chorizo, en ocasiones salchicha o costilla, chiles secos o encurtidos, tomate, cebolla, ajo y hierbas de olor; los frijoles charros suelen cocinarse y servirse en enseres de barro y suelen dejarse con consistencia caldosa.1 Los frijoles charros fueron creciendo en popularidad a lo largo del siglo XX que pasaron de ser un platillo casero del norte de México a un guiso tan amado que se prepara en miles de restaurantes a lo largo del país.
5. Menudo jalisciense
Había un carnicero español en la ciudad que se negaba a vender carne a los indios, usando el argumento de que solo era comida para blancos. Por ello, solo les daba las sobras, como patas y panza de res. Este delicioso platillo se hizo muy famoso y popular en el estado de Guadalajara, después de que al principio era comida para indios, se convirtió en un platillo para ocasiones especiales.
6. Caldo michi
Es una sabrosa sopa hecha con pescado cocido en sus jugos que le da un gran toque a su sabor, es un platillo tradicional del municipio de Atotonilco. El término “michi” significa “pescado” en lengua náhuatl. Los pescados más utilizados son bagre y tilapia, y el caldo es aliñado con chile serrano, chile chipotle, jitomate y tomate verde, además de papa, chayote y calabacitas.
7. Pachola
La pachola es una tortita de carne picada o molida, la cual se debe condimentar y aplastar usando un metate. Es un platillo tradicional de los Altos de Jalisco.
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8. Tepache de Jalisco
Es una de las bebidas populares de las personas que viven en Jalisco, se dice que su sabor es similar a la de la cerveza, pero dulce. También es una de las favoritas para acompañar en comidas como la birria.
Los platillos de Jalisco no solo son una manifestación vibrante de la cultura gastronómica de México, sino también un testimonio de la rica herencia histórica y regional del estado. Desde el icónico pozole hasta la exquisita birria y el tapatío tequila, la cocina jalisciense ofrece una experiencia sensorial que celebra la tradición y la innovación culinaria. Los ingredientes locales, la técnica de preparación y el enfoque en sabores auténticos reflejan un profundo respeto por la historia y el entorno de Jalisco. Cada platillo cuenta una historia y brinda una conexión única con el patrimonio cultural del estado. En definitiva, la gastronomía de Jalisco no solo deleita el paladar, sino que también invita a explorar y apreciar la riqueza de una región que ha dejado una huella indeleble en la cocina mexicana.